En una expedición cargada de desafíos, los alpinistas eslovenos Peter Kokorec, Brenko Vizjak y Iván Pesl sufrieron una pérdida lamentable cuando su compañero Iván Pesl perdió la vida en el Nevado Huantsán. Su objetivo era ascender esta montaña de 6.395 metros ubicada en la Cordillera Blanca central, siguiendo la ruta legendaria trazada por Lionel Terray en julio de 1952. Sin embargo, esta aventura épica terminó en tragedia.
El trío de escaladores eslovenos partió de la ciudad de Huaraz el jueves 6 de julio y estableció su campo base cerca de la laguna Rajucolta o Tambillo. El viernes 7 de julio de 2023, mientras se acercaban al campo I a una altitud de 5.500 metros, ocurrió un incidente que cambiaría todo. Preocupados por la demora de los porteadores, decidieron buscar una ubicación más alta para divisarlos. Fue entonces cuando Brenko se enfrentó a una grieta y logró salir ileso. Desafortunadamente, Iván pisó un puente sin percatarse de su fragilidad, cayendo a una grieta profunda y perdiendo la vida en el acto.
“Esta tragedia nos ha golpeado como un jarro de agua fría, ya que éramos amigos desde hace años y Iván era un escalador excepcional, al igual que Pavle Kozjek”, expresó consternado uno de los miembros del equipo. “El proyecto de escalada que teníamos planificado era sumamente interesante debido a su nivel de dificultad técnica”.
El Nevado Huantsán, conocido como el “K2 de los Andes”, es una montaña imponente y tenebrosa que presenta una dificultad técnica extrema y un alto grado de exposición. Es uno de los picos de 6.000 metros de la Cordillera Blanca menos escalados debido a su nivel técnico ED y su pendiente constante, con gigantescos hongos de hielo azúcar que desafían a los escaladores. Según las estadísticas, el 99% de los intentos de alcanzar su cumbre han fracasado. Su reputación de dificultad técnica, gran altitud y alarmante número de muertes le ha valido el apodo merecido de “K2”.
