Lo dice Octavio Cruz Romero
Frente a los resultados de las últimas elecciones del 11 de abril del 2021, tenemos indicadores de como esta el Perú. Un inesperado respaldo a Pedro Castillo, Candidato Presidencial con su símbolo del Lápiz tiene un mensaje, comunicando: “A entender y saber que hay peruanos olvidados, postergados del desarrollo y no incluidos”
Esta crisis pandémica ha desmantelado y evidenciado que los 30 últimos años, los gobernantes corruptos mantienen a los peruanos en la pobreza, ahora en la crisis generalizada y pandémica, quienes, congraciados con los grupos de poder y las empresas corruptas, han conducido mal el país. Entre ellos, gobernantes procesados, encarcelados, perseguidos, prófugos y suicidados, nos han pasado la factura al disgusto a los peruanos y derivándonos a una situación difícil en la que nos encontramos.
El colectivo civil pretende justificar un descontento con su voto sin conciencia cívica, convirtiéndose en el útil funcional de candidatos y propuestas extremistas. Que ellos pierdan las elecciones democráticas pero los peruanos, no perdamos la democracia en estas elecciones. Por ello, el Perú nos necesita a todos unidos, responsables con nuestro accionar y enfrentar esta crisis política, económica, social y pandémica.
En el disturbio de la inoperancia e incompetencia de estos corruptos gobernantes que no encaran la realidad del Perú, poniéndonos en el lugar del peor País del Mundo en gestión pandémica de Covid 19 por los resultados que se aprecian día a día. Esta realidad de descontento nos estaría llevando al extremo de pretender sumergirnos al laberinto de querer una nueva constitución política del estado; pregunto, ¿Será oportuno? ¿Solucionara los problemas y las necesidades que aquejan la realdad actual? ¿Es justo que cada candidato o gobernante quiera su propia constitución política del estado? Sin duda necesitamos elegir un gobernante que reactive la economía, mejore la inversión pública y superar esta crisis pandémica de educación, salud, trabajo, masiva desocupación, atender al empresariado que son el 70% u 80% micro y pequeñas empresas en su mayoría informales. Quienes deben ser incluidos para ser parte del aparato productivo del estado y dinamicen la economía, hoy en su mayoría al borde del colapso.
Los lagartos, caviares, corruptos y organizaciones criminales ya se sirvieron con mas de 60 mil mas 20 mil millones de soles, que es dinero de todos los peruanos bajo el argumento de Reactiva Perú, favoreciéndose entre la CONFIEP, empresas relacionadas con ODEBRECHT y Graña y Montero, Grupo El Comercio, entre otros. Suerte de ellos, pero han generado incertidumbre y descontento.
Los peruanos tenemos que actuar con responsabilidad, no distraernos y no perder el norte de ser un país con oportunidades, con libertades, con economías que nos pongan competitivos a través de los TLC, globalizados, como decía un candidato “UN PERÚ, POTENCIA MUNDIAL”, ¿porque no? ¿Que nos falta?. Emprender y trabajar en una economía social de mercado, con estabilidad jurídica, garantizando la institucionalidad democrática en los organismos y poderes del estado, respaldados por la sociedad.
No podemos distraernos con mensajes y promesas absurdas de igualdad social. Creo que los peruanos debemos entender quien la suda, se esfuerza, se trasnocho, estudio, trabajó, demostró capacidades, lo intentó, fracasó, pero siguió luchando, se levantó, sabe salir adelante y puede o quiere triunfar, tiene todo el derecho a las oportunidades y ser reconocido con una mejor calidad de vida. Y no un caviar, un vago resentido conformista que siempre reclama querer ser igual que todos sin hacer méritos ni logros.
