Abdel Anaya Portilla, de apenas 31 años, empresario que ha solicitado la vacancia de la regidora Dagmar Borda, está relacionado con la actual gestión municipal del alcalde de San Marcos, Manuel Ugarte. Anaya fue contratado por la municipalidad para la adquisición de implementos de seguridad destinados al mantenimiento de calles y parques en el centro poblado de Pichiu Quinuaragra, distrito de San Marcos, por un monto de 18 mil soles. Esta relación comercial ha despertado suspicacias sobre la legitimidad del pedido de vacancia que se debate hoy y su posible motivación política.
Dagmar Borda, quien ha sido crítica del alcalde Ugarte, sostiene que este segundo intento de vacancia no es más que un nuevo acto de acoso político. Según Borda, el vínculo entre el empresario Anaya y Ugarte refuerza la hipótesis de que la solicitud de vacancia estaría siendo orquestada desde la propia alcaldía. La regidora afirma que este es un intento de deshacerse de ella debido a su constante labor de fiscalización, que ha incomodado a ciertos sectores de la gestión municipal.
Asimismo, Borda ha denunciado que funcionarios municipales estarían simulando un contrato de servicios a un familiar suyo para utilizarlo como justificación en la vacancia, acusándola de nepotismo. Estas acciones, según la regidora, serían parte de un plan premeditado para desacreditarla y removerla del cargo. Ante esta situación, ha pedido a la población de San Marcos estar atenta a lo que considera una serie de maniobras ilegítimas que buscan silenciar su trabajo como fiscalizadora.
Este nuevo dato sobre los contratos adjudicados a Abdel Anaya Portilla, cercano al alcalde Ugarte, agrava las denuncias de Borda y refuerza las sospechas de que se trataría de una estrategia coordinada para removerla de su cargo.