El pasado julio del 2019 público en su Facebook, publico la noticia el desalojo de una anciana de 80 años, en forma ilegal por un juez y su esposa. Hoy esa información está a punto de condenarla con prisión por una supuesta difamación que alegan los querellantes. Pero Olga se defiende y escribe.
Gracias a la IPYS (Instituto de Prensa y Sociedad) por la alerta internacional sobre mi caso, sólo espero que el juez que resolverá, actúe con justicia, revisando los documentos presentados y los alegatos. Quiero confiar en la justicia, confiar en que al final quienes te increpan y calumnia sin medidas, se toparán con la realidad.
A nivel nacional, hay muchos casos que merecen ser escuchados, casos donde familias, ciudadanos, piden justicia, sienten que sus derechos están siendo vulnerados, sienten que la justicia no los protege, la prensa más allá de todo, es eso, no actuar como jueces, pero sí como receptores, de casos que, si muchas veces no se hacen públicos, quedarían en nada lamentablemente. Nunca me voy a cansar de decirlo, me miren como me miren.
Sé que la población en general mira a un sector de la Prensa, como quienes tergiversan la noticia, hay muchos pseudos periodistas, que lo hacen, que nos desacreditan, sigamos buscando la verdad y la justicia. A pesar que seamos apabullados, heridos, marginados. Siempre actuemos con honestidad.
Me ratifico en que nunca he tenido la intención de dañar el honor de nadie, y si en algún momento les afectó la denuncia de una humilde anciana y sus familiares que manifestaban impotentes su voz, pidiendo justicia. Muchas veces ellos, los que se sienten humillados por la justicia, en su gran indignación, dicen muchas cosas contra las autoridades, lo he escuchado en mi experiencia como periodista en estos años.
Sin embargo, no somos jueces, lamentablemente quisiéramos que la justicia fuera otra, muchas veces quisiéramos cambiarlo todo, pero no podemos, para eso han sido designados los jueces y fiscales, y quienes están en el deber de hacer justicia.
Solo espero que mi caso se resuelva de la mejor manera, no me callaré como han pretendido hacerlo, y como decía un periodista. “PREFIERO MORIR, QUE CALLARME.
