Más del 90% no explican quiénes
les financian sus millonarias o pobres campañas.
Los más de 15 partidos como movimientos políticos
estarán presentes en la firma del pacto ético que para hoy ha convocado el
jurado electoral de elecciones en Huaraz, donde se espera la presencia de los
candidatos que se presentan a las elecciones regionales, locales y distritales
de los movimientos como partidos políticos que aspiran ser autoridad a partir
del 1 de enero del 2015, demostrando con ello tener un compromiso íntegro con
hacer cumplir y respetar durante el tiempo de campaña que queda la firma del
pacto ético.
La presencia de todos los
candidatos sería una forma de demostrar a los medio millón de electores que
tiene la región Ancash, que no solo quieren cambiar el rostro de violencia,
miedo, temor y hasta amenazas que ayer se ponía en macha en las elecciones del
2010, que hoy es totalmente diferente porque se están presentando en estas
elecciones partidos como movimientos políticos verdaderamente democráticos y
cuya finalidad es darle ese nuevo rostro de confianza y cambio para Ancash.
Pero es importante manifestar que
todos los candidatos regionales, locales como distritales, expliquen a todo
Ancash, así como hoy firman este pato ético, no rindieron cuentas claras o
entregaron su informe financiero que la ley les exige ante la ONPE Regional,
quienes notificaron con anticipación la obligación de informar cada tres meses
los ingresos, egresos y el cuaderno contable que deben de tener como partidos
políticos que son.
Según el reporte de la ONPE
Regional Ancash, en estos tres primeros reportes en lo que va del año, solo han
cumplido con hacer la entrega de sus gastos económicos Renovación Ancashina, el
Maicito, Juntos por Huaraz y Puro Ancash, el resto de partidos como movimientos
políticos que hoy firmarán el pacto ético, incumplieron con esta obligación
básica, donde se demuestra la resistencia que tienen todos ellos en informar a
los electores de dónde provienen los miles de soles que utilizan para las
descontroladas campañas políticas, donde ni las piedras que existen fuera de
las zonas urbanas se han salvado de ser agredidas con pintas.