Decenas de yungainos, quienes visitaron el Cementerio de las Víctimas del Aluvión de 1970 en la provincia de Yungay, expresaron su profunda indignación al descubrir el estado de abandono en el que se encuentra el lugar de descanso de sus familiares que perdieron la vida en esa trágica catástrofe natural. Este sitio, que alberga los restos de quienes perecieron en el aluvión que sepultó la ciudad de Yungay, es un punto de profundo significado histórico y emocional para los residentes de la provincia.
La indignación de los visitantes se hizo pública al difundirse una imagen que capturó el descuido evidente del cementerio. A pesar de ser un lugar que a lo largo del año atrae a cientos de turistas nacionales y extranjeros, el estado de abandono de las tumbas y el terreno circundante es evidente. Este descubrimiento ha generado un fuerte malestar entre los yungainos, quienes consideran que el lugar debería ser un símbolo de respeto y memoria para las víctimas del aluvión.
El aluvión de 1970, uno de los desastres naturales más devastadores en la historia de Perú, dejó un legado de tristeza y pérdida en Yungay. La catástrofe sepultó la ciudad bajo una avalancha de lodo, rocas y hielo, cobrando miles de vidas. El cementerio fue establecido como un lugar de descanso para las víctimas, un lugar de profundo significado histórico y emocional para los yungainos.
La comunidad local ha expresado su descontento ante la falta de mantenimiento y cuidado del cementerio. Esperan que las autoridades tomen medidas para preservar este sitio histórico y honrar adecuadamente la memoria de quienes perdieron la vida en esa tragedia.