La prefecta regional de Ancash, Pamela Serafín, se vio envuelta en una situación tensa al ser cuestionada sobre la ausencia de reuniones de trabajo con las rondas campesinas presididas por Manuel Mendoza, en medio de la creciente preocupación por los actos de extorsión en la región. La autoridad política fue interrogada sobre la preferencia por reunirse solo con rondas vinculadas al Ministerio del Interior, que cuentan con poca representatividad en la capital regional.
Serafín perdió el control al ser confrontada con la pregunta sobre la exclusión de las rondas campesinas independientes en las estrategias antidelincuencia. La comunidad mostró descontento al enterarse de que la prefecta no ha sostenido diálogos con las rondas lideradas por Manuel Mendoza, quien ha expresado su preocupación por la falta de acción contra la delincuencia en la región.
Además, la prefecta recibió noticias desfavorables al conocer el pedido de remoción de su cargo por parte de los ronderos campesinos de Ancash sierra. Este movimiento de desconfianza resalta la insatisfacción de la población ante la aparente falta de acciones concretas para abordar la inseguridad.
