El Perú ha perdido la mitad de sus glaciares en los últimos 60 años, según un informe del Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (Inaigem).
Las regiones Áncash y Cusco, donde se encuentran las cordilleras más grandes, son las que han sufrido las mayores pérdidas. En Áncash, la superficie glaciar se ha reducido en un 65%, mientras que en Cusco la pérdida ha sido de un 50%.
El cambio climático es la principal causa del derretimiento de los glaciares peruanos. El aumento de las temperaturas hace que los glaciares se derritan más rápido de lo que se forman.
Otra causa importante es la contaminación por carbono negro, que es una sustancia que absorbe la radiación solar y acelera el derretimiento de los glaciares.
El retroceso de los glaciares tiene importantes consecuencias para el Perú. En primer lugar, disminuye la disponibilidad de agua, que es un recurso fundamental para la agricultura, la industria y la población.
En segundo lugar, aumenta el riesgo de desastres naturales, como aluviones e inundaciones.
En tercer lugar, afecta a la biodiversidad, ya que los glaciares son el hábitat de muchas especies de plantas y animales.
El informe del Inaigem recomienda tomar medidas urgentes para mitigar el cambio climático y reducir la contaminación por carbono negro. Estas medidas incluyen la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la mejora de la eficiencia energética y el desarrollo de energías renovables.