Comuneros de los sectores de Antahuran y Atupa, del distrito de Jangas, tomaron esta madrugada las instalaciones de la empresa minera Barrick Perú, como medida de protesta tras el incumplimiento de un acuerdo económico que reconocía los daños causados a sus fuentes de agua por más de 28 años de operaciones mineras.
Desde la llegada de la minera Barrick a la zona, los comuneros denuncian que se inició un proceso progresivo de afectación a sus recursos hídricos, siendo el caso más crítico la desaparición total del manantial conocido como «Arco de Agua», fuente vital para el consumo humano y la actividad agrícola. Según los pobladores, este manantial dejó de existir hace aproximadamente ocho años, sin que hasta hoy recibieran una solución efectiva.

A pesar de haber sostenido reuniones permanentes desde entonces, afirman que nunca fueron realmente escuchados. En la última mesa de diálogo, realizada el pasado jueves 22 de mayo, la empresa había aceptado un monto de indemnización de 360 millones de soles como propuesta presentada por los comités de usuarios de Antahuran y Atupa. Sin embargo, horas después, representantes de la minera se negaron al acuerdo, “pateando el tablero” según denunciaron los dirigentes comunales.
Ante lo que consideran una burla, los comuneros decidieron tomar el local de Barrick Perú en Jangas, exigiendo ahora la presencia de representantes de alto nivel de la compañía para reanudar las conversaciones. Al lugar arribaron decenas de efectivos policiales y, al cierre de esta nota, se reportan enfrentamientos entre comuneros y fuerzas del orden.
Los pobladores insisten en que su reclamo no es reciente, sino la consecuencia de años de afectación y desatención, y aseguran que no abandonarán el lugar hasta que se atiendan sus demandas con responsabilidad y justicia