“Señor de Conchuyacu” es el nombre de la imagen al cual veneran con bastante devoción, promoviendo y desarrollando diversas actividades como actos litúrgicos y bailes característicos (Negritos de Chiquián.
También resaltando la generosidad de los funcionarios quienes preparan y comparten con la población en general el tradicional locro de cuy, caldo de fiesta, mondongo, dulce de frejol y otros.
Cuenta la historia, el señor Julián Soto un antiguo poblador que para ese entonces pertenecía a la hermandad del señor de la humildad cuenta que, un día él dormía plácidamente y entre sueños el señor le revelo.

En sueños venia de Huaca corral cuando de pronto escucho una voz que le decía: “Julián, Julián… llenó de asombro alzó la mirada viendo en la cima de una peña a Jesús con su bastón y un corderito, Jesús le volvió a hablar –sube un rato por favor que quiero conversar contigo, don Julián subió donde se hallaba la imagen, el señor dándole un abrazo le pidió que haga una pirca para que la gente sepa que él estaba ahí -Te criticaran, te insultaran, sufrirás como yo sufrí, pero no debes sentirte mal porque poco a poco se darán cuenta, todos pasan de arriba para abajo y nadie reconoce que estoy acá.

Don Julián le comentó al sacerdote de ese entonces que era el sacerdote Tello sobre el hallazgo en Conchuyacu y lo invito para que haga la bendición de la imagen pero el sacerdote prefirió participarle al obispo Burruchaga, así siendo el obispo quien bendijo e hizo la primera Celebración Eucarística el 14 de mayo de 1975.
Desde ese entonces la gente acude a rendir homenaje a la sagrada imagen del Señor de “Conchuyacu” o “Señor del camino” haciendo llegar ofrendas florales, acompañado de oraciones que imploraban bienestar y salud.