En la zona roja de Barranquito, donde se concentran más del 90% de discotecas y pubs nocturnos, se registró nuevamente un acto de violencia entre jóvenes.
Los hechos ocurrieron pasadas las 4 de la madrugada del 1 de enero, cuando un joven intentaba grabar un abuso cometido por el equipo de seguridad de una discoteca muy conocida en la zona por la agresividad de sus guardias. Al percatarse de que estaban siendo filmados, cuatro de los miembros del personal de seguridad atacaron al joven, derribándolo al suelo y propinándole patadas en la cabeza.
La rápida reacción de los transeúntes, quienes protestaron y se enfrentaron a los agresores, impidió que el joven quedara tirado en el suelo. Este incidente pone nuevamente en evidencia la violencia en la zona, especialmente relacionada con los operativos de seguridad en establecimientos nocturnos.
Este acto de violencia no es un hecho aislado, ya que en múltiples ocasiones se ha denunciado la conducta agresiva de los encargados de seguridad en diversos locales de la zona, sin que se tomen medidas efectivas para erradicar estos abusos.
La protesta de los transeúntes logró evitar que el joven quedara tirado en el suelo, pero el incidente pone en evidencia una vez más la falta de control por parte de las autoridades competentes y de responsabilidad por parte de los propietarios de los establecimientos nocturnos.
Se hace un llamado urgente a la Policía Nacional para que incremente los operativos de seguridad en la zona y a los propietarios de las discotecas para que tomen acciones inmediatas contra el abuso de poder de sus equipos de seguridad.
La violencia en Barranquito ha sido una constante, y es necesario que tanto las autoridades como los empresarios actúen con responsabilidad para garantizar la seguridad y el respeto hacia todos los ciudadanos.