Ni la presencia de la policía de tránsito, impide el caos, desorden y peligro de los transportistas en única avenida de tránsito pesado y liviano.
Mientras el estado de emergencia, el aislamiento social, el cumplimiento de los protocolos para evitar el contagio del covid-19, muchos huaracinos y ancashinos responsables lo cumplen religiosamente en sus viviendas, porque quieren su vida y de su familia.
Para los transportistas de carga pesada mediana y liviana, esas exigencias del estado no existen y salvajemente toman una de las calles, sin importarles la vida de nadie, demostrando que nada han aprendido en plena pandemia…esperemos que ningunos de ellos termine con covid19.