El último jueves 26 de septiembre, tras la rendición de cuentas del alcalde Manuel Ugarte en la Municipalidad Distrital de San Marcos (Huari), se registró un incidente violento que involucró a la regidora Dagmar Borda con una trabajadora de esa comuna distrital.
Según reportes de testigos, el evento comenzó cuando Borda abandonó el auditorio donde se realizó la presentación. Al salir, fue aparentemente emboscada por dos mujeres, una vestida con un polo rosado y otra de contextura gruesa con una casaca jean azul.
Planificado
Los testigos indican que alguien comenzó a grabar a la regidora por la espalda antes de la agresión, lo cual hace sospechar que fue premeditado y buscaban provocarla. Acto seguido, la mujer de contextura gruesa golpeó salvajemente a Borda en la cabeza con una botella de gaseosa, iniciándose una pelea entre ambas. Durante el altercado, el teléfono celular de la regidora cayó al suelo.
Reportes indican que, a pesar de los llamados a los serenos municipales, nadie intervino para separar a las involucradas, aparentemente por órdenes superiores. En el transcurso de la riña, la mujer de polo rosado (quien acompañaba al principio a la agresora) se le que habría robado el celular de Borda y lo entregó a una tercera persona no identificada.
Dedo mutilado
Al finalizar el enfrentamiento, la regidora Borda mostró su mano con un dedo, aparentemente producto de una mordida. Testigos han señalado que la presunta agresora sería Silvia Peña Vargas, una ciudadana limeña que, según se informa, trabaja como locadora y trabajadora de confianza (cercana) a la gestión del alcalde Ugarte, percibiendo un salario de más de 9,600 soles.
Fuentes cercanas a la regidora, que pidieron mantener el anonimato, sugieren que este incidente debe estar relacionado con las acciones de fiscalización que Borda ha realizado sobre las obras y adjudicaciones de la actual gestión municipal, que terminarían en denuncias delicadas. Estas mismas fuentes alegan la existencia de presiones y amenazas previas contra la regidora.
¿No recibieron denuncia?
Se reporta que Borda intentó presentar una denuncia en la comisaría local, donde se encontraba presente el comisario durante el evento de rendición de cuentas. Sin embargo, según las fuentes, la denuncia no habría sido recibida o por lo menos entorpecida. Un intento similar en la Fiscalía tampoco habría tenido salida fácil.
Actualmente, la regidora Dagmar Borda se encuentra en una clínica particular recibiendo atención médica por las lesiones físicas y el impacto emocional sufridos.
El silencio de la vergüenza
Hasta el momento, ni la Región Policial de Ancash, ni la Prefectura de Ancash, ni la Defensoría del Pueblo de Ancash han emitido pronunciamientos oficiales sobre el incidente. Han transcurrido cuatro días desde los hechos reportados y tampoco la prensa local o regional, mucho menos la nacional, ha informado sobre este hecho delicado en un distrito con muchos intereses económicos.
