La joven de 23 años, Cely Magda Laguna Robles, perdió la vida el sábado 11 de noviembre tras caer del puente colgante de la catarata María Jiray, ubicada en el sector denominado Acopalpa, provincia de Huari.
Según testigos, una de las maderas que sirve como peldaño del puente colgante se habría roto, lo que hizo que Laguna pierda el equilibrio y caiga al río Shashal.
La muerte de Laguna ha generado indignación en la población de Huari, que exige a las autoridades que se esclarezcan las causas del accidente y se tomen medidas para evitar que se repitan casos similares.
Profesionales en turismo han señalado que la responsabilidad del accidente es compartida entre tres instituciones: la Comunidad Campesina de Acopalpa, la Municipalidad Provincial de Huari y la Dirección Regional de Turismo (DIRCETUR) Áncash.
La Comunidad Campesina de Acopalpa es la propietaria de las instalaciones de María Jiray, que no contaba con la autorización de la DIRCETUR para operar el puente colgante según el Decreto Supremo 005-2016-MINCETUR/SG que aprueba el Reglamento de Seguridad para la Prestación del Servicio Turístico de Aventura.
La Municipalidad Provincial de Huari, por su parte, debía velar por el buen servicio en el lugar por haber instalado el puente colgante pero no realizó el mantenimiento adecuado desde el 2018 que fue instado.
La DIRCETUR Áncash, en tanto, debía fiscalizar el cumplimiento de los requisitos mínimos para otorgar autorización y operar un puente colgante, pero no lo hizo.
Incluso, en el caso de la Municipalidad Provincial de Huari tanto los alcaldes Jhon Sánchez como Lorgio Ríos no han destinado presupuesto para el mantenimiento del puente desde que fue instalado por el municipio este puente allá por el 2018.
El caso de Cely Laguna es un recordatorio de la importancia de la seguridad en los espacios turísticos. Es necesario que las autoridades tomen medidas para garantizar que los puentes colgantes y otras instalaciones similares se encuentren en buen estado y sean operados de manera segura.
