Cansados de la indiferencia y la falta de acción efectiva, el pasado fin de semana un grupo de dirigentes y comuneros afectados por la contaminación ambiental en diferentes regiones del Perú se movilizaron hasta la sede central del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) en Lima.
Los manifestantes, representantes de comunidades de Apurímac, Pasco, Áncash, Puno, Huancavelica y otras regiones afectadas por la contaminación minera, exigieron a la OEFA el cumplimiento de su mandato de fiscalizar y sancionar a las empresas mineras que contaminan el ambiente y ponen en riesgo la salud de las poblaciones.
Los comuneros denuncian que sus comunidades vienen sufriendo los efectos nocivos de la contaminación ambiental generada por la explotación minera durante años, sin que la OEFA haya tomado las medidas necesarias para detener el daño y sancionar a los responsables.

Caso emblemático: Áncash y la minera Lincuna:
En el caso de Áncash, los comuneros afectados por la contaminación provocada por la minera Lincuna han sido particularmente enfáticos en sus demandas. Desde el año 2023, han solicitado la intervención directa de la OEFA en la zona, exigiendo que se tomen medidas firmes para detener el daño ambiental y proteger la salud de las comunidades.