En Shancayan, un barrio importante en Independencia, persiste desde hace años una problemática de escasez de agua que recientemente se ha agravado. Hace aproximadamente un mes y medio, la falta de agua potable provocó múltiples reclamos por enfermedades entre los niños residentes.
La situación se ve complicada por una deuda considerable de S/. 31 mil soles que la Junta Administradora de los Servicios de Saneamiento de Shancayan (JAAPSHAN) mantiene con la EPS Chavín. Esta deuda ha llevado a que la EPS Chavín corte el suministro de agua, esencial para toda la comunidad de Shancayan y que tras el escándalo fue pagado.
Según lo establecido en el Decreto Legislativo 1280 de diciembre de 2016, JAAPSHAN, por normativa, ya no debería estar a cargo de la administración del agua en Shancayan desde hace varios años. La EPS Chavín ha insistido en que la integración de JAPSHAN a su estructura depende del Municipio de Independencia, como indica el Decreto Supremo 023-2005 del Ministerio de Vivienda.
En medio de esta disputa, el alcalde Lalo Villa ha expresado en campaña reservas sobre la integración de JAA
PSHAN a la EPS Chavín, mencionando incluso la posibilidad de invertir en autonomía, una postura que algunos interpretan como contraria a la ley vigente.
Por otro lado, la responsabilidad de resolver este problema también recae en la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (SUNASS), según la Dra. María Marchena, quien ha subrayado la necesidad de que todas las partes involucradas cooperen para encontrar una solución sostenible.
De no resolverse estos problemas administrativos y financieros, existe el riesgo de que los residentes de Shancayan continúen recibiendo agua de manera intermitente y en condiciones insalubres, situación que podría acarrear consecuencias legales para los responsables involucrados en la gestión del agua en la zona.
