Desde las oficinas principales siguen las malas costumbres, el direccionamiento de alimentos y aparentemente por favores políticos.
Ni la pandemia de coronavirus, evita a la fecha que las denuncias de las beneficiarias del programa Vaso de Leche de la Municipalidad de Huaraz dejen de cesar malos tratos a las beneficiarias, pésima atención en la entrega de raciones y el direccionamiento como las quejas.
Aseguran que muchas de las trabajadoras del programa social muestran mayor interés a los barrios donde el alcalde tiene mayor acogida, se les entrega puntualmente las raciones de alimentos y en forma abierta.
Pero a la mayoría de barrios que pese hacer inscritas y con años de funcionamiento, cuando hacen la entrega de alimentos, solo lo hacen a la presidenta, sin conocimiento de las socias, hecho que origina, la falta de raciones, porque nadie sabe si se entregó completo o no.
Esos simples reclamos, provoca reacciones adversas de las trabajadoras, en contra de las beneficiarias, por lo que piden la intervención de los regidores.
