Ricardo Romero, un antiguo empleado de la Dirección de Transportes de Ancash y ahora asegurado en EsSalud, ha hecho una serie de acusaciones que ponen en tela de juicio la integridad del proceso de categorización de los establecimientos de salud, en particular del hospital II-II de EsSalud en Huaraz. Según sus declaraciones, la misión evaluadora encargada de la categorización estaría afectada por conflictos de intereses, y señala que actúan como lobistas en favor de médicos que tienen sus propias clínicas.
Estos supuestos lobistas médicos, argumenta Romero, se oponen a que el hospital alcance el nivel necesario para recibir la inversión millonaria requerida para su nueva infraestructura. El Frente Regional de Trabajadores Estatales de Ancash, al que Romero pertenece, ha advertido que tomarán medidas para exigir la remoción de las personas que, según su versión, están obstaculizando el proceso de categorización.
Estas acusaciones plantean serias preocupaciones sobre la transparencia y la imparcialidad en la toma de decisiones que afectan a la infraestructura de salud y, en última instancia, a los asegurados.
