El incidente
En un hecho que ha generado profunda indignación en la ciudad de Huaraz, el alcalde provincial David Rosales protagonizó un nuevo episodio de violencia verbal contra una mujer durante el Rompe Calle del Carnaval Huaracino 2025. En aparente estado de ebriedad, el burgomaestre profirió expresiones sexistas contra la periodista Milagros Vargas, profesional casada y madre de familia, declarando: «Me parece que es rica, habrá que probarla así se moleste el alcalde de Independencia”.
Patrón de conducta
Este incidente no es un hecho aislado. La gestión de Rosales acumula una serie de episodios similares que evidencian un patrón sistemático de conductas misóginas. En febrero de 2023, agredió verbalmente a una vecina de Tacllán ordenándole repetidamente «cállese la boca». En marzo del mismo año, menospreció a una regidora diciéndole «Tú eres regidora no más, yo soy el alcalde». Posteriormente, en mayo, mostró un trato despótico hacia una humilde trabajadora de limpieza pública.
Denuncia penal
Los actos del alcalde David Rosales terminarían denunciados según el artículo 122-B del Código Penal, que sanciona las agresiones contra las mujeres con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de tres años. La condición de funcionario público agrava la situación, pues la violencia institucional ejercida desde el poder constituye una forma especialmente grave de discriminación.
Disculpas cuestionables
Las recientes disculpas del alcalde, calificando el incidente como un simple «exabrupto», resultan insuficientes ante la gravedad de los hechos. Su declaración «Yo respeto mucho a las mujeres y no me van a decir que las maltrato» contradice frontalmente su historial documentado de agresiones verbales.
Posición editorial
Los medios de comunicación tenemos una responsabilidad ineludible con la verdad y la justicia. Cuando la violencia contra la mujer proviene de una autoridad, la demora o la tibieza en la denuncia nos convierte en cómplices indirectos de la impunidad. Resulta preocupante que la demora de ciertos sectores más cercanos a la víctima en alzar su voz o emitan pronunciamientos por presión de las redes sociales que son poco claros y no identifican claramente a la responsabilidad de estos actos reprochables.
La violencia machista no admite eufemismos diplomáticos. Cuando una autoridad municipal transgrede los límites del respeto y la dignidad humana, la prensa tiene el deber moral de señalarlo con nombres y apellidos, sin importar las presiones políticas o económicas que puedan existir. Los pronunciamientos tardíos o genéricos, emitidos solo cuando la indignación popular desborda las redes sociales, debilitan la credibilidad periodística y fortalecen la cultura del silencio que tanto daño hace a nuestra sociedad.
En Huaraz Noticias reafirmamos nuestro compromiso inquebrantable con la verdad, rechazando cualquier forma de violencia contra la mujer, venga de donde venga. No seremos un medio que susurra cuando debe gritar, ni callaremos por intereses cuando debemos denunciar hechos.
