Vecinos del tradicional sector La Soledad, en Huaraz, han denunciado públicamente una nueva y preocupante tala de árboles, realizada en el marco de las obras ejecutadas en la plazuela del mismo nombre. Según testigos, un árbol más fue eliminado sin previo aviso, sin justificación técnica conocida y sin mostrar el más mínimo respeto por el entorno natural, lo que ha provocado una ola de indignación entre los ciudadanos.
Desde hace semanas, las intervenciones dirigidas por el consorcio responsable de la obra, bajo la administración del alcalde David Rosales, vienen desarrollándose sin que exista, aparentemente, una evaluación ambiental que respalde las decisiones adoptadas. Para los vecinos, estas acciones no representan un verdadero desarrollo urbano, sino una clara agresión contra los ya escasos espacios verdes que sobreviven en la ciudad.

Lo que más indigna a la población es el silencio cómplice de la Municipalidad Provincial de Huaraz, que, pese a ser un ente estatal llamado a proteger el bienestar colectivo y el medio ambiente, no ha cuestionado la actitud del consorcio. Lejos de fiscalizar o exigir una explicación, ha guardado silencio mientras desaparecen árboles que tardaron años, incluso décadas, en crecer. “Un árbol no se reemplaza de la noche a la mañana”, reclamó una vecina con evidente frustración.
La comunidad exige transparencia, responsabilidad ambiental y una gestión urbana que valore la naturaleza como parte vital de la calidad de vida en Huaraz.