Según sus declaraciones, el manejo de los escasos proyectos de mejora que se han llevado a cabo en Huaraz e Independencia carece de claridad, lo que ha generado un gasto desordenado de fondos públicos sin una planificación sólida. Estos movimientos, en lugar de generar confianza, han despertado un rechazo creciente entre la población.
Las críticas se extienden al distrito de Independencia, donde la paralización de proyectos de envergadura se ha convertido en una constante. La falta de dirección y claridad en las acciones a tomar ha dejado a la comunidad en un estado de desconcierto.
Los avances que estaban en marcha parecen haber llegado a un punto muerto, dejando en duda si las obras planificadas eran verdaderamente viables o si las autoridades encargadas carecen de la visión y el conocimiento necesarios para llevar adelante proyectos de importancia para el distrito.
