Mientras realizaba un recorrido por las calles de la ciudad, el visitante se topó con una escena inusual: varios canes descansando plácidamente en la puerta de la comisaría local.
Intrigado por la presencia de estos animales, el turista, quien disfrutaba de un plato de cuy adquirido en el mercado local, decidió acercarse a ellos. Con una sonrisa, comenzó a ofrecerles los huesos del tradicional plato peruano, gesto que fue recibido con entusiasmo por los canes.
«Están un poco pasados de peso, pero son muy amigables», comentó el turista, visiblemente encantado con la situación. Durante su conversación con Huaraz Noticias, el visitante extranjero expresó su admiración por la belleza de Perú y su rica gastronomía, señalando que ya lleva 25 días recorriendo el país y que Huaraz se ha convertido en uno de sus lugares favoritos.
Este simpático incidente refleja la calidez y hospitalidad de los peruanos, así como la conexión especial que se puede establecer entre los seres humanos y los animales.