La Municipalidad Provincial de Huaraz ha tomado una drástica medida al clausurar por 10 días al reconocido establecimiento mayorista Trujillo Mayorista, ubicado en la avenida Raimondi. Esta decisión se produce tras un escándalo generado por la denuncia pública de que el negocio habría dañado una vereda recién construida para instalar una rampa de acceso para sus vehículos de carga.
Una posterior inspección municipal reveló que Trujillo Mayorista operaba al margen de la ley, incumpliendo su licencia de funcionamiento, la cual autorizaba únicamente la venta al por menor. A pesar de operar como mayorista durante varios años, el establecimiento había eludido cualquier tipo de control por parte de las autoridades.
La clausura ha generado diversas reacciones entre los ciudadanos de Huaraz. Por un lado, algunos celebran esta medida como un paso adelante en la recuperación del principio de autoridad y la lucha contra la informalidad. Sin embargo, otros se muestran escépticos y temen que se trate de una medida temporal, como ha ocurrido en otras oportunidades con locales comerciales que han sido clausurados y luego reabiertos.
“Esperamos que esta vez se haga cumplir la norma. Estaremos atentos”, expresó un residente del lugar, reflejando la desconfianza de muchos ciudadanos hacia las autoridades municipales.
La gestión del alcalde David Rosales ha sido puesta en el ojo de la tormenta tras este hecho. Mientras algunos reconocen su determinación para enfrentar las irregularidades, otros señalan que este tipo de situaciones son una muestra del descontrol que ha caracterizado a las administraciones municipales en los últimos años.
La clausura de Trujillo Mayorista plantea interrogantes sobre la efectividad de los controles municipales y la capacidad de las autoridades para hacer cumplir las normas.