El último fin de semana, el santuario del Señor de la Soledad abrió sus puertas a los distintos grupos de danzas tradicionales que, como cada mes de mayo, llegan a la ciudad para rendir homenaje al Señor de Mayo, patrón espiritual de Huaraz.
Al ritmo de tambores, sonajas y melodías ancestrales, los shacshas ofrecieron su danza como muestra de devoción. Jóvenes y niños de agrupaciones como “Flor de Huaraz” participaron con entusiasmo y fe, reafirmando su compromiso con una tradición que se mantiene viva y se hereda de generación en generación en la capital ancashina.
Las imágenes de la celebración reflejan no solo el talento y entrega de los danzantes, sino también la profunda conexión espiritual de la comunidad con su santo patrono, en una manifestación cultural que une fe, identidad y pertenencia.