Como cada año, ayer se iniciaron las actividades por las festividades del Señor de Mayo, patrono de todos los huaracinos, con la tradicional procesión que partió desde el Sagrario Señor de la Soledad hasta el distrito de Independencia.
Pese a las persistentes lluvias que soportó Huaraz, cientos de devotos participaron con fervor en esta manifestación religiosa, acompañando la imagen sagrada entre cánticos, música de banda y el aroma de los sahumerios que portaban las saumeras. La fe, una vez más, se impuso al mal tiempo.
La festividad del Señor de Mayo marca un momento de unión espiritual y cultural para la población huaracina, que mantiene viva una tradición que trasciende generaciones.
