A pesar de la profunda tristeza que ha marcado a la provincia de Pomabamba debido al trágico accidente ocurrido el pasado 3 de enero, que dejó víctimas fatales y personas desaparecidas, los pobladores han encontrado en sus tradiciones un refugio de esperanza y fortaleza.
Las danzas, que son un componente esencial de su identidad cultural, continúan siendo una expresión de resistencia y alegría en medio del sufrimiento, reconocidas como una de las manifestaciones culturales más auténticas de Ancash, siguen siendo un motor de unidad, atrayendo tanto a locales como a visitantes de diferentes partes del país, quienes se sienten admirados por la energía y el colorido de las festividades.
«Aunque el dolor los embarga, las danzas siguen siendo una forma de conectarnos con nuestras raíces y de rendir homenaje a quienes hemos perdido», comentó un habitante de la zona.