Las áreas de estacionamiento que rodean el parque han sido tomadas por transportistas de la ruta San Marcos-Huaraz, quienes utilizan los espacios sin pagar y reaccionan con amenazas cuando los fiscalizadores intentan cobrarles. Según los propios trabajadores municipales, la falta de autoridad permite que este problema continúe sin solución.
Dentro del parque, el panorama es aún más desolador. La falta de faroles deja zonas oscuras que han sido ocupadas por personas de dudosa procedencia, generando un ambiente de inseguridad. Los visitantes que aún acuden al lugar lo hacen con miedo, sentándose en las pocas bancas que quedan en pie y evitando permanecer mucho tiempo en el área.
Los senderos están cubiertos de suciedad y basura, con señales evidentes de deterioro. La vegetación ha sido descuidada y algunas áreas verdes han sido destruidas. Lejos de ser un espacio de recreación, el parque se ha convertido en un punto de riesgo para la población.
Los vecinos de Huarupampa expresan su indignación ante el abandono del parque y la indiferencia de las autoridades municipales, quienes, según denuncian, se han desentendido por completo de su mantenimiento. Exigen medidas urgentes para la recuperación del espacio, mayor control en la zona de estacionamiento y una intervención que devuelva la seguridad y limpieza al lugar.