Ante las evidencias presentadas por los vecinos y las fotografías compartidas en redes sociales, la Municipalidad envió a sus inspectores al lugar para verificar la denuncia. Al constatar la irregularidad, se procedió a notificar a los responsables de la construcción, advirtiéndoles sobre las sanciones económicas que podrían enfrentar si continuaban con la obra.
La amenaza de multas económicas resultó ser un factor determinante para que los responsables decidieran detener la construcción y, además, procedieran a demoler la parte de la obra que ya había invadido la vía pública
