En el popular barrio de La Soledad, uno de los personajes más conocidos por su labor diaria volvió a ser noticia. Esta vez, no por su inquebrantable trabajo como “el rey del reciclaje”, sino por haberse tomado un merecido descanso. Se trata de Luchito, quien todos los días recorre calles y basureros de la ciudad recolectando desechos para venderlos y ganarse la vida de forma honesta.
Pero este día fue diferente. Luchito dejó el costal, los guantes y el carrito para integrarse a la celebración que marcaba el cierre de las tradicionales fiestas de mayo. Al ritmo de una animada banda musical, se le vio bailando, sonriendo y disfrutando con los vecinos que lo aplaudieron y celebraron su presencia.
“También merezco un rato para mí”, dijo entre risas, mientras compartía con quienes lo conocen y respetan por su esfuerzo diario. Su gesto fue recibido con cariño por el vecindario, recordando que, más allá del trabajo duro, también hay espacio para la alegría.