Huaraz se ha convertido en un verdadero gallinero en vísperas de Navidad. La venta de pavos vivos es masiva, por esa razón los vendedores los transportan en todo tipo de vehículos, desde camionetas hasta mototaxis. Estos plumíferos, que seguramente soñaban con un futuro más tranquilo, ahora se ven envueltos en el caos vehicular y la búsqueda frenética de los compradores.
Los vendedores, por su parte, parecen disfrutar de este pequeño juego de misterio con los precios. A pesar de las insistentes preguntas de los clientes, se niegan a revelar los precios de sus productos, invitando a todos a visitar sus puestos en la ex parada Quillcay. ¿Será que los pavos más gordos y jugosos tienen un precio especial?
En medio de todo este alboroto, los huaracinos buscan el pavo perfecto para su cena navideña. Algunos prefieren los más grandes y rellenitos, mientras que otros buscan aquellos con plumas más brillantes y un porte más elegante.