No le importó mentirle al pueblo en su ambición de ganar las elecciones regionales puso en marcha la campaña con la entrega de 500 nuevos soles a cada familia ancashina, propuesta que fue recibida abiertamente por la región, quienes en las urnas no dudaron para nada y dar su voto a la mentira del año, de Waldo Ríos.
Para poder posesionar esta propuesta caminó de palmo a palmo toda la región Ancash y con la cruz en el pecho sumado sus rezos y su clásica palabra papacito lindo, vendió su propuesta con el que se llevó el premio de ser elegido como presidente electo de Ancash, sabiendo que lo que ofreció no lo cumpliría jamás.
Pero antes de ver el cumplimiento de dichas propuestas, Waldo Ríos, se quedó sin poder y sin gloria porque el jurado electoral nacional determinó reservar la entrega de su credencial de presidente regional, hasta que pague su deuda al país del millón de soles.
El presidente electo, así como no midió que su ofrecimiento de 500 soles para cada familia de Ancash, tampoco midió que el haberle mentido a las autoridades electorales y al pueblo terminaría recibiendo el fatal castigo de no asumir la presidencia regional de Ancash.
