El sábado 07 de setiembre, un devastador incendio arrasó con decenas de hectáreas de cultivos y afectó la flora y fauna del centro poblado de Uco, en Yanacancha. Los pobladores, desesperados, intentaron controlar las llamas con medios rudimentarios, como panca seca y tierra, con el apoyo de solo dos efectivos policiales.
Ayer domingo, la emergencia continuaba, esta vez en el caserío de Cashacancha, frente al centro poblado de Aco. Los fuertes vientos avivan las llamas, dificultando las labores de extinción. Lamentablemente, hasta el cierre de esta edición, las autoridades de Defensa Civil distrital, provincial y regional no han reportado ninguna acción para enfrentar esta grave situación.
La falta de respuesta de las autoridades ha generado indignación entre los pobladores, quienes se sienten abandonados ante esta emergencia. Los incendios forestales no solo representan una amenaza para el medio ambiente, sino también para la economía de las familias que dependen de la agricultura.
Es urgente que las autoridades competentes tomen medidas inmediatas para controlar estos incendios y prevenir que se sigan propagando. Se necesita la intervención de equipos especializados, así como la coordinación de esfuerzos entre los diferentes niveles de gobierno.
