La unidad de emergencia y cuidados intensivos se ve saturada por la gran afluencia de pacientes, principalmente provenientes de la zona de los Conchucos y otras partes de la región Huánuco. A esto se suman los pacientes producto de accidentes de tránsito y peleas callejeras, muchas de ellas originadas por el consumo de alcohol y las peleas familiares en la ciudad de Huaraz.
Las imágenes del hospital son desoladoras: pasillos abarrotados de pacientes, camillas improvisadas en los rincones disponibles, médicos, enfermeras, obstetras, asistentes, técnicos, trabajadores administrativos y vigilantes haciendo todo lo posible por brindar atención en medio del caos y la desesperación de los familiares. Esta situación se repite con frecuencia, no solo los fines de semana, sino también durante algunos días de la semana.
Son diversos los factores que contribuyen al colapso del Hospital Víctor Ramos Guardia: Infraestructura limitada: El hospital no cuenta con la infraestructura ni el equipamiento necesarios para atender la demanda actual de pacientes. Las instalaciones son antiguas y están deterioradas, y el número de camas es insuficiente.

El hospital sufre una grave escasez de personal médico y de enfermería. Esto se debe a los bajos salarios y las precarias condiciones laborales, que hacen que muchos profesionales prefieran trabajar en el sector privado, la población de la región ha crecido significativamente en los últimos años, lo que ha incrementado la demanda de servicios de salud. Además, la mayor prevalencia de enfermedades crónicas y la violencia social también han contribuido al aumento de la demanda de atención médica.