Al finalizar una conferencia de prensa organizada por los responsables de la gestión de riesgos y desastres en Áncash, se anunció no solo la propuesta de reorganizar el Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER), sino también una medida más drástica: la incautación de los celulares de todos sus trabajadores.
Uno de los empleados del régimen CAS permanente afirmó que “no basta con pedir una reorganización o una intervención fiscal, es necesario que se incauten todos los celulares del personal del COER Áncash para saber quién filtró información desde dentro de la institución”.
La declaración surge en medio de denuncias internas por supuestos recortes de pagos, que el mismo trabajador calificó como falsos. “Esperamos que la fiscalía actúe y solicite los celulares, solo así sabremos quién o quiénes buscan desestabilizar esta gestión”, añadió.
El COER Áncash, responsable de coordinar acciones de prevención y respuesta ante desastres, enfrenta ahora una nueva crisis que podría derivar en investigaciones formales por parte del Ministerio Público.