El consumo de alimentos chatarra, bebidas alcohólicas y la micción en espacios públicos son algunos de los comportamientos irresponsables que convierten la plazuela en un muladar al finalizar las festividades.
Una vez más, como cada año, la tarea de limpiar la plazuela de la Soledad recae sobre los hombros de los obreros de limpieza de parques y jardines de la Municipalidad de Huaraz. A pesar de las limitaciones logísticas y la falta de material adecuado, estos trabajadores se encargan de restaurar el espacio público, permitiendo que la ciudad recupere su decoro.
Las obreras de limpieza han expresado su preocupación por la falta de recursos y equipos adecuados para realizar su labor de manera eficiente. La escasez de bolsas de basura, guantes, escobas y otros elementos dificulta la limpieza exhaustiva de la plazuela.
