Devotos provenientes de diversas partes del país se han congregado en la ciudad para rendir homenaje al Señor de la Soledad, llenando el ambiente de alegría y devoción.
Grupos de danzantes, compuestos por jóvenes y menores de edad, son los protagonistas de estas festividades. Bajo la dirección de sus capitanes o líderes de grupo, estos entusiastas bailarines deleitan al público con sus vistosos trajes y coreografías llenas de tradición.
Las presentaciones de los danzantes no se limitan al santuario de la Soledad, sino que recorren las principales calles de Huaraz, llevando la alegría y la fe a cada rincón de la ciudad. Los espectadores disfrutan de los ritmos contagiosos y las coloridas coreografías, contagiándose del fervor religioso que envuelve las celebraciones.