A pocas horas de reiniciarse la esperada obra de la avenida Luzuriaga, uno de los puntos más transitados y estratégicos de Huaraz, surgen nuevos problemas que vuelven a sembrar dudas sobre la eficiencia de la ejecución.

La falta de coordinación con empresas clave como la EPS Chavín parece ser el principal motivo de estos inconvenientes, lo que ha generado malestar entre los vecinos y comerciantes de la zona.
Las cámaras de Huaraz Noticias captaron imágenes en las que se observa cómo el movimiento de tierra realizado por los responsables de la obra del consorcio Cruz Blanca originó un daño al sistema de desagüe ubicado a la altura de la parroquia Belén. Este daño, aparentemente irreparable, obligó a la intervención inmediata de personal de EPS Chavín, que tuvo que acudir al lugar para tratar de resolver la situación.
El impacto fue evidente: las aguas residuales comenzaron a desbordarse por la avenida, lo que generó una serie de inconvenientes. Los olores desagradables se propagaron rápidamente, afectando no solo la calidad del aire, sino también la circulación en la vía. Los vecinos de la zona, que ya estaban preocupados por los retrasos y la paralización de la obra, mostraron su descontento ante lo que consideran una falta de previsión por parte de las autoridades y las empresas encargadas.
Este incidente ha puesto en evidencia las deficiencias en la planificación y coordinación de la obra, y ha reforzado la desconfianza de la población sobre la capacidad de las autoridades para ejecutar proyectos clave en la ciudad