En una nueva muestra de desidia e irresponsabilidad por parte del Gobierno Regional de Áncash y sus contratistas, la construcción de las aulas provisionales del colegio Santa Rosa de Viterbo —esenciales para garantizar la continuidad educativa de los estudiantes— se ha convertido en un verdadero escándalo.
Un informe técnico emitido por el Consorcio Santa Mónica, supervisor de la obra, revela graves incumplimientos por parte del Consorcio Educa, responsable de la ejecución. Las fallas van desde retrasos injustificados y entrega de estructuras defectuosas, hasta el uso no autorizado de aulas sin verificación técnica alguna.
Principales hallazgos que indignan a la comunidad
- Incumplimiento de plazos
Aunque el plazo para la entrega era el 10 de mayo, al 12 de mayo se comprobó que los trabajos no estaban concluidos, pese a haber sido reportados como “terminados”. Finalmente, las aulas fueron entregadas el 22 de mayo, con defectos técnicos. - Fallas estructurales y riesgo latente
Los ambientes provisionales no cumplen los estándares de calidad. Los informes técnicos revelan fallas que podrían poner en riesgo la integridad de los estudiantes, aunque aún no se revelan todos los detalles por estar en evaluación. - Uso ilegal de las aulas
La empresa permitió el uso de estas aulas sin autorización formal ni inspección final. De haber incidentes, la empresa asume responsabilidad directa, una admisión preocupante. - Falta de solución a los problemas
Hasta el 30 de mayo, el Consorcio Educa no ha subsanado los errores detectados, afectando gravemente el inicio y continuidad del año escolar.
Un colegio demolido con bombos y platillos… para esto
El proyecto inicial fue promovido y celebrado por el gobernador regional Koki Noriega, pese a múltiples observaciones técnicas. La demolición del colegio Santa Rosa se realizó “con bombos y platillos”, sin asegurar antes las condiciones mínimas para su reemplazo provisional. El resultado: caos, malestar social y un futuro educativo incierto.
Empresas fantasmas, sanciones y avales sin vergüenza
Dos de las tres empresas que conforman el Consorcio Educa ya están dadas de baja y sancionadas por el OSCE, lo que agrava la indignación. Sin embargo, el Gobierno Regional continúa avalando estas empresas cuestionadas en sus “mega obras”, con el silencio cómplice de algunos consejeros y funcionarios de infraestructura.
Exigen acción inmediata
Ante esta grave situación, el supervisor ha exigido soluciones inmediatas. De persistir el incumplimiento, se aplicarían sanciones, multas o la anulación del contrato.
La comunidad educativa del Santa Rosa de Viterbo exige respuestas concretas. Padres de familia, docentes y estudiantes se sienten burlados, usados como peones de una obra mal diseñada y peor ejecutada.
Llamado a la vigilancia ciudadana
Se hace un llamado urgente a la población de Huaraz y en especial a la comunidad viterbina a mantenerse vigilantes. No solo está en juego una obra, está en juego el derecho a una educación digna y segura para cientos de escolares ancashinos.
