En una pequeña bodega ubicada junto a la cárcel de la ciudad, una madre libra una batalla silenciosa y desigual. Pese a estar gravemente enferma —con una hernia maligna y cáncer uterino—, no deja de cuidar a su hija Bretsi, de 24 años, quien sufre de epilepsia refractaria y psicosis, una condición médica que ha empeorado con los años y que hoy requiere una internación especializada urgente por parte de las autoridades que parece que no existe. Ni siquiera el Ministerio de la Mujer ha tomado el caso o algún congresista o alcalde.
Este caso fue difundido inicialmente por Rodrigo Miranda en octubre de 2023 (a quien agradecemos por compartir este caso) y, gracias al apoyo solidario de muchas personas, se logró entregar ayuda económica y víveres. Sin embargo, hoy la situación se ha agravado. La madre, cuya fortaleza ha sido admirada por quienes la conocen, continúa enfrentando su propia enfermedad mientras intenta contener las crisis de su hija, que se han vuelto más frecuentes e intensas.
Lamentablemente, entre muestras de solidaridad, también ha habido comentarios fríos e insensibles en redes. Frente a ello, quienes conocen el caso recuerdan la importancia de la empatía y del apoyo real. “Es muy fácil opinar desde lejos. Pero vivir así, día tras día, sin descanso ni salud, es algo que no todos podrían soportar”, comentó un vecino del barrio.
Los vecinos pueden apoyar de distintas formas como compartiendo la historia para que llegue a médicos, instituciones o autoridades que puedan gestionar un internamiento, o visitando directamente a la familia, que reside al costado del penal de Huaraz.