Desde ayer, lo que debía ser una mejora urbana se ha visto empañada por la construcción irregular de escalinatas sobre la vía pública por parte de algunos vecinos y comerciantes.
Estas estructuras, construidas sin supervisión técnica ni permisos visibles, ocupan varios metros de las nuevas veredas, generando molestias entre los residentes y peatones. Pese a las quejas, no se ha observado una intervención clara de las autoridades municipales para detener o fiscalizar estas intervenciones.
El resultado es una avenida nuevamente desordenada, donde la falta de control y respeto por el espacio común amenaza con repetir los mismos errores del pasado. La comunidad espera respuestas claras y acciones concretas por parte del municipio.