El pasado 31 de marzo, el Gobierno Regional de Áncash determinó, mediante la resolución gerencial 102-2025 GRA/GGR, la destitución de Ana Edith Huanachin Huayascachi de su cargo como directora del Sistema Administrativo I y directora de la Oficina de Administración del Hospital “Víctor Ramos Guardia” de la Dirección Regional de Salud.
La medida fue sorpresiva, ya que Huanachin había sido nombrada en febrero de 2025, en medio de fuertes cuestionamientos y denuncias por presuntas irregularidades, las cuales incluyeron informes desfavorables de la Contraloría y denuncias penales en su contra.
El cambio de dirección, que se oficializó con efectos inmediatos, también incluyó el nombramiento de Doris Magda Ramírez Salinas, contadora pública colegiada, quien asumirá el cargo bajo la modalidad CAS. Ramírez Salinas tomará las riendas de la administración del hospital huaracino, con los derechos y obligaciones inherentes a su nueva función.

Fuentes cercanas al gobierno regional y dentro del propio hospital revelaron que la decisión de destituir a Huanachin se basó en una serie de acciones que causaron serios problemas en la gestión del hospital. Una de las principales controversias habría sido la decisión de cortar los contratos de un grupo de enfermeras que trabajaban en áreas críticas como la unidad de cáncer y la sala de operaciones, lo que afectó gravemente la calidad de atención a los pacientes en estos servicios de vital importancia.
Además, se señaló que la exdirectora se habría negado a pagar los servicios correspondientes a los procedimientos de Hemodiálisis, lo que generó un conflicto con muchos pacientes que dependen de este tratamiento vital. También se aseguro que Huanachin habría contratado aun personal de asistente técnico con un salario superior a los 4 mil soles mensuales, lo que, según las fuentes, no estaba justificado en términos de la estructura administrativa del hospital, hechos que deberán de ser corroborados por la nueva administradora.
En su lugar, Doris Magda Ramírez Salinas asumirá el desafío de recomponer la situación, con la esperanza de garantizar una gestión más eficiente y acorde con las necesidades del hospital y la comunidad. La expectativa es que con este cambio se logre restablecer la confianza entre los trabajadores y los pacientes, así como mejorar la operatividad del centro de salud que ha sido clave en la atención médica de la región.