En un acto de humanidad que conmueve a toda la comunidad, la agente policial Jakelin Aurelio Huamán se ha convertido en un rayo de esperanza para un bebé de apenas dos meses, quien lucha por su vida en el hospital de Casma. El pequeño, cuyo nombre se mantiene en reserva, fue ingresado al nosocomio en estado crítico, presentando signos de anemia severa y desnutrición, tras ser abandonado por su madre, quien sufre de problemas mentales.
Ante la desgarradora situación del bebé, la agente Huamán, conmovida por su vulnerabilidad, no dudó en ofrecerle su ayuda. Consciente de la necesidad de alimentación y cariño del pequeño, decidió lactarlo, brindándole no solo alimento sino también el calor y protección que todo niño necesita.
“Al ver al bebé tan pequeño y débil, no pude evitar sentir una profunda tristeza. Como madre, sentí la necesidad de ayudarlo. Decidí amamantarlo porque era lo mejor que podía hacer en ese momento”, expresó la agente Huamán con la voz entrecortada.
Un llamado a la solidaridad
La solidaridad de la agente Huamán ha conmovido a la comunidad, que se ha volcado a colaborar con el bebé. Sin embargo, sus necesidades van más allá de la alimentación. El pequeño requiere de pañales, ropa de bebé, leche especial, pañitos húmedos y mantas.
