Poder judicial de Ancash le abrió las puertas y también le despidió.
Sus compañeros de trabajo, magistrados y amigos en general acompañaron en el velorio del adiós de la conocida abogada y trabajadora de la Sala Civil del Poder Judicial de Ancash, donde hace 8 años atrás ingresó a trabajar Zeila Rodríguez Vino, quien perdió la vida en una intervención de lipoescultura a la que se sometió el sábado pasado en la clínica del hospital de Huaraz.
Lágrimas, dolor, recuerdos imborrables, buenos comentarios es lo que se pudo apreciar durante el velorio de Zeila, quien en una caja blanca descansaba su cuerpo en medio de inmensos ramos de flores, coronas y velas cuyas luces parecían lucir tristes, como los rostros que tenían sus compañeros de trabajo, especialmente las que laboraron con ella y esperaban su retorno el 3 de marzo, fecha en que cumplía sus vacaciones.
Muchas personas que conocieron a esta joven trabajadora no encontraban explicación por la actitud que tomó Zeila, una joven mujer guapa que lo tenía todo en la vida, y se le seguía abriendo las puertas para poder seguir creciendo profesionalmente y para el que estaba preparada.
Sus amigas manifestaban que era una chica exigente con ella misma, por eso asistía al gimnasio para poder mantenerse en forma, pero jamás imaginaron que se sometería a una operación de liposucción.
Ahora solo esperan que las autoridades investiguen y descubran la verdad de cómo se originó esta tragedia que ha dejado de luto al ente judicial donde era conocida y querida, manifestaron.
