La Semana Santa es una de las festividades religiosas más importantes para el turismo interno peruano, pues atrae y mueve a miles de personas que aprovechan el feriado largo para viajar o conocer distintos lugares en el interior del país.
Este 2023, el sector turístico, conformado por empresarios y profesionales de la carrera de Turismo, tiene puesta toda su atención en un solo objetivo: recuperar el turismo golpeado por la crisis social y política ocurrida durante los últimos meses. De esa manera, se ve a la Semana Santa como una oportunidad de resurgimiento para el turismo interno y receptivo, ambos desacelerados debido a la crisis.
Para la Semana Santa 2023 se esperan alcanzar las cifras obtenidas el año pasado, es decir, llegar aproximadamente a los S/ 1,800 millones. Cifras que el sector turismo pretende obtener mediante una serie de campañas que ya comenzaron a desarrollarse desde comienzos de este año y que tienen como una de sus prioridades hacer que las personas visiten el interior del país durante las festividades para así reactivar el turismo.
Entre los lugares favoritos para viajar por las celebraciones religiosas se encuentran departamentos como Ayacucho, Cajamarca y Arequipa, aunque también se está apostando por algunas regiones conocidas pertenecientes a la selva y la sierra central.
Sin embargo, se supo que habrá personas que optarán por visitar lugares más cercanos a sus domicilios con el propósito de evitar inconvenientes en el camino. En ese caso, el turismo más local estaría siendo también beneficiado, pues es un hecho que cada provincia cuenta con su propia magia turística.
Destinos más populares
Como se comentó, Ayacucho es una región muy popular y demandada en Semana Santa. La razón recae en la gran festividad religiosa y cultural que se realiza durante esa fecha en Huamanga, su capital.
Debido a la importancia y grandeza de esta celebración, este año se espera recibir alrededor de 25 mil personas y se calcula un ingreso de S/ 30 millones. Este último, un monto que le caería muy bien al turismo de la región que sufrió algunas caídas los últimos meses.
Esta gran expectativa responde también al éxito que lograron los carnavales ayacuchanos el pasado febrero, por lo que se espera que la buena afluencia de turistas se repita para Semana Santa, además de que ya se cuenta con libre acceso a la región luego de superada la pandemia y las protestas.
Recordemos que durante ese mismo mes, la región Cajamarca también celebró sus carnavales de verano, el cual reunió a miles de personas y permitió visionar el posible éxito del turismo para la Semana Santa 2023 en otras regiones.
Cusco
Por otro lado, en la región Cusco continúa existiendo una especie de desconfianza relacionada a los resultados que se podrían obtener de las festividades. Esto debido a los efectos que las manifestaciones dejaron en el departamento.
Se previene que haya en Cusco un 20% de ocupabilidad en hoteles, cuando durante esas fechas se podía llegara hasta a un 90% en años pasados. Además, antes de la llegada de la pandemia la región podía recibir hasta 10 mil turistas por día, pero hoy calculan que ingresen cerca de 1,500 por día.
Pese a todo ello, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, de la mano con propuestas de profesionales de la carrera de hoteleria, ha estado llevando a cabo una serie de campañas que tienen como objetivo reactivar el turismo en el Cusco.
Una de ellas es “Todos Vuelven”, campaña dirigida a visitantes nacionales y extranjeros que plantea descuentos de hasta el 60% en hoteles, restaurantes, agencias de viaje, etc. Se supo que la propuesta pretende incentivar el tráfico de turistas en los servicios turísticos una vez perpetrado el arribo de estos a la ciudad del Cusco y al distrito de Machu Picchu.
Los primeros avances ya se dieron a conocer luego de que se comprobara que más de 10 mil turistas visitaron la ciudadela Machu Picchu desde su reapertura a mediados de febrero. Esto podría reforzar, junto a los mencionados pronósticos en otras regiones, buenos resultados para la Semana Santa 2023, puesto que aún faltan un par de semanas para el comienzo de las festividades.