El padre George Lliuya, de la parroquia de Belén, exigió a las autoridades la apertura del cruce entre los jirones Sal y Rosas con Luzuriaga, a fin de permitir el paso de la tradicional procesión religiosa. “Si se permitió abrir el jirón 28 de julio, ¿por qué no se puede hacer lo mismo aquí? Eso me lo exige la comunidad católica”, declaró el sacerdote.
Según explicó, al solicitar la autorización al alcalde, este respondió que le daba el visto bueno, pero aclarando que cualquier consecuencia sería responsabilidad exclusiva de la parroquia. “Prácticamente se desentiende como autoridad”, criticó Lliuya.
Asimismo, el abogado de la parroquia informó que la autorización no corresponde al alcalde, sino al consorcio contratista de la obra en la zona. “Queremos hacer todo de forma legal. Si nos aventuramos a abrir sin respaldo, podríamos tener problemas, y más aún si el alcalde no asume responsabilidad alguna, como sí lo hizo con la apertura del jirón 28 de julio”, agregó. El padre sostuvo que la falta de voluntad política está generando incomodidad entre los feligreses y vecinos del sector.