Imágenes obtenidas por este medio, el sábado 30 de mayo se produjo un entierro en la localidad de Caraz. Se trata de una persona que estuvo internado en el Hospital Víctor Ramos Guardia de Huaraz y falleció por insuficiencia respiratoria (COVID-19).
Los familiares del fallecido habrían decidido
trasladar el cuerpo hasta Caraz, por los abusivos costos fijados por la
Beneficencia Pública de Huaraz, en el Cementerio Presbítero “Pedro García Villón”.
Los funcionarios de la
Beneficencia y de la Dirección Regional de Salud de Ancash (DIRESA), anunciaron
con bombos y platillos, la implementación de un cementerio popular en el sector
Shuyhuayo. Dicho ofrecimiento fue solo para las cámaras de los medios, porque
hasta hoy no se ha cumplido, al igual que la promesa del alcalde de
Independencia, Fidencio Sánchez Caururo.
De acuerdo al protocolo
correspondiente, un muerto por coronavirus debe ser enterrado en el lugar donde
falleció. En este caso no debió haber salido de la provincia de Huaraz y habría
una tremenda irresponsabilidad de la funeraria. (HUGO GONZALES
HENOSTROZA).