Abrió las puertas a los cientos Y miles de huaracinos y ancashinos que se sumaron a las marchas nacionales de lucha.
Desde el primer día de lucha que se auto convocó el pueblo peruano, liderado por los jóvenes conocidos ahora como la generación del Bicentenario fue la plaza de armas que abrió sus puertas para permitir esta concentración desde donde los jóvenes y manifestantes en general, elaboraban carteles y cánticos contra los políticos corruptos.
Niños, madres de familia, abuelas, ciudadanos en general se concentraban desde horas tempranas para estar presente en las largas jornadas de lucha por el Perú.
