Una vez más, la empresa Hidrandina provocó la indignación de miles de ciudadanos al cortar el suministro eléctrico por más de dos horas sin previo aviso, afectando a gran parte de la ciudad. La interrupción, que se produjo en horas de la mañana, dejó sin energía a centros educativos, obligando a suspender las clases y dejando a cientos de escolares en total oscuridad.
El corte también paralizó el comercio y afectó el tránsito vehicular, al dejar fuera de servicio los semáforos, lo que generó caos en las principales avenidas. Además, la falta de iluminación puso en riesgo la seguridad ciudadana, especialmente en zonas con alta incidencia delictiva.
Vecinos, comerciantes, padres de familia y autoridades locales expresaron su malestar por el silencio de Hidrandina, que no emitió ningún comunicado anticipando el corte, pese a que está obligada por ley a informar con antelación. “No es la primera vez que ocurre, y ya estamos hartos. La empresa actúa con total impunidad”, manifestaron varios integrantes de la sociedad quienes se reunían anoche en el colegio de abogados de Ancash.
Ante esta nueva falta de responsabilidad, varios sectores de la sociedad demandaron a Osinergmin que imponga sanciones económicas ejemplares a la empresa por este abuso reiterado. «No puede seguir ocurriendo. Juegan con la vida de miles de personas y afectan el desarrollo de toda la ciudad», señalaron.
