La crisis política que enfrenta Perú, con un nuevo pedido de vacancia presidencial, no es un problema aislado, sino el resultado de una herencia estructural de corrupción y falta de institucionalidad.
Ames Herrera señala que las raíces de la crisis se encuentran en el régimen fujimorista, que generó un sistema plagado de corrupción en todas las áreas del Estado. Los políticos que llegaron al poder luego de esa época se acomodaron a este sistema, dividiéndose el poder y creando una red de «argollas» y arreglos entre el Congreso y el Ejecutivo.
Para cambiar la situación actual, Ames Herrera sostiene que es necesario un cambio estructural que vaya más allá de la coyuntura actual. Este cambio debe empezar por las bases del sistema, incluyendo reformas en el sistema de justicia, donde se observa la cooptación de puestos por parte de intereses políticos sin respetar las normas y leyes.