Cada año, la calle Fitzcarrald y el Boulevard Quillcay se transforman en un espectáculo de colores y tradiciones en Huaraz, cuando se celebra el Día de los Muertos. Estas calles se convierten en el epicentro de la venta de flores de diversos colores, diseños y precios, provenientes de las zonas rurales y comunidades campesinas de la región.
Las flores, que varían desde las más simples hasta las más exóticas, son adquiridas masivamente por familias y personas que se dirigen al Cementerio General de Huaraz para rendir homenaje a sus seres queridos que descansan en paz. Esta tradición de embellecer las tumbas con flores es una forma de recordar y honrar a los difuntos en este día tan especial.
Además de las flores, la venta de cruces de madera en los colores clásicos blanco y rojo también forma parte de esta festividad. Estas cruces son un símbolo tradicional de la celebración del Día de los Muertos y se utilizan para marcar las tumbas de los seres queridos.